miércoles, 18 de septiembre de 2013

COMUNICACIÓN VERBAL VS COMUNICACIÓN NO VERBAL



El principal vehículo de la comunicación es el lenguaje oral o escrito, que tiene como finalidad la comunicación del pensamiento a través de una serie de palabras.
Podemos creer, que en mediación, la comunicación que más nos incumbe es la oral. Sin embargo, los mediadores debemos poner atención a esos mensajes no verbales que se transmiten a través de los gestos y que nos puede ayudar a que una sesión de mediación sea mucho más fructífera y que prospere en el tiempo.
En lo que se refiere a la comunicación verbal, la elección de las palabras hechas por el sujeto emisor, indica prácticamente los intereses y sentimientos que quiere transmitir al sujeto receptor, los cuales si no son compartidos por éste hace que la comunicación entre ambos sea complicada.
Hay múltiples formas de comunicación oral. Los gritos, llantos y risas son otras formas de comunicación oral, las cuales pueden expresar diferentes situaciones anímicas y que son muy comunes en un proceso de mediación. En estos casos, el mediador se debe mostrar sereno y paciente, mostrarse cercano con el mediado, pero no puede caer en el error de dar respuesta al problema de esa persona, o hacer juicios de alguna de las partes.
La comunicación no verbal mantiene relación con la comunicación verbal, ya que suelen emplearse juntas.
Con respecto a la mediación, la comunicación no verbal contribuye a ampliar o reducir el significado del mensaje, ya que los gestos, postura y movimientos forman parte de los mensajes que lanzamos cuando se comunican con la otra parte.
Los silencios en la mediación es una señal que es aconsejable respetar por el contenido que ello puede conllevar y no precipitarnos, ya que ello podría ser causa de arruinar la mediación.
En función del contexto en que se desarrolla la mediación, es conveniente observar los gestos para prevenir, dentro de nuestras posibilidades como mediadores, reacciones adversas y emociones negativas e intentar que esa persona se sienta más tranquilo/a o más cómodo/a.
El lenguaje de los gestos, particularmente el de los brazos, el de las manos, el de la cabeza y el de los pies, es a menudo tan preciso y tan elaborado como el lenguaje verbal.
Algunos de estos mensajes no verbales como es el de cruzar los brazos indican desconfianza, si el mediado agita las manos demuestra que tiene facilidad de comunicación y en caso de ocultar con una mano, uno o varios dedos de la otra mano, es indicativo de inseguridad.
Es por todo esto, que los mediadores debemos poner tanta atención a las palabras, expresiones y tono de voz, como a esos mensajes no verbales que se transmiten a través de los gestos y que nos pueden indicar como orientar la mediación para una evolución favorable.

María Gámez.